Cuando Estados Unidos pasó por la Revolución Industrial, sus ciudadanos y los propietarios de las fábricas no tenían idea de la magnitud del cambio que esto traería consigo. Nuevos productos, nuevas formas de usar y producir energía y grandes avances tecnológicos tomaron por asalto al país y al mundo. Con el aumento de la demanda de energía, se construyeron rápidamente centrales eléctricas y plantas químicas y se les exigió que trabajaran duro. Para cumplir con las cuotas, estas plantas a menudo reducen los costos y ponen en riesgo a sus trabajadores. En ocasiones, esto provocó desastres terribles en las plantas químicas. Estos son los tres peores accidentes de plantas químicas en la historia de los Estados Unidos:
1. Explosión de la planta de Thiokol-Woodbine
El 3 de febrero de 1971, una planta química operada por Thiokol Chemical se incendió y explotó en Woodbine, Georgia. La planta tenía más de 35 edificios y ocupaba más de 7,400 acres. Ochenta personas trabajaban en la planta en ese fatídico día y no sospechaban del peligro en el que se encontraban.
En el edificio M-132, una mala reacción química provocó una chispa. La chispa se convirtió rápidamente en llamas al entrar en contacto con los gases de los otros productos químicos. El fuego llegó a una cinta transportadora que salía del recinto, extendiendo así las llamas a otras partes del edificio. Se puso rápidamente en marcha una evacuación de las instalaciones. Los 80 trabajadores lograron salir de la planta en forma segura, pero desafortunadamente no se retiraron del área general.
Cuando el fuego llegó al almacén de la planta, se produjo una explosión de gran magnitud. Veinticuatro personas murieron al instante, y otros cinco empleados murieron más adelante debido a sus heridas graves. Otros cincuenta empleados sufrieron lesiones de por vida.
2. El desastre del complejo químico de Houston
El 23 de octubre de 1989 fue un día desastroso para los empleados de las instalaciones del complejo químico de Phillips Petroleum Houston en Pasadena, Tx. Esta planta fue construida para producir polietileno de alta densidad, que es un material extremadamente inflamable utilizado en la creación de botellas de plástico. El accidente ocurrió durante una revisión de mantenimiento de rutina en la planta. La conexión de aire que abre y cierra las válvulas se invirtió, lo que liberó 85,000 libras de gas inflamable. El gas viajó rápidamente a través de la planta, y a los dos minutos de haber invertido las válvulas, entró en contacto con una fuente de ignición y explotó. El fuego resultante viajó a un tanque de almacenamiento unos 10 o 15 minutos después, provocando también su explosión. A esta segunda gran explosión le siguieron otras más pequeñas.
Las explosiones en toda la planta provocaron temblores que se registraron con un 3.5 en la escala de Richter. Los bomberos tardaron diez horas en controlar los incendios resultantes, pero el daño ya estaba hecho. La explosión mató a 23 empleados e hirió a 315 personas. Fue uno de los peores accidentes industriales en la historia de Texas.
3. La explosión de la planta de Sterlington
Una planta química propiedad de Angus Chemical de Northbrook, que funcionaba con el fertilizante IMC, explotó el 1 de mayo de 1991 en Sterlington, Luisiana. La explosión fue el resultado de un incendio que se inició dentro de uno de los edificios de almacenamiento de la planta. Todavía no está claro qué fue lo que inició el incendio, pero las consecuencias del mismo se podían ver a millas de distancia. La explosión inicial también se pudo escuchar a ocho millas de la planta. La explosión provocó la evacuación de entre 500 y 600 residentes cercanos. El área local experimentó daños importantes; las ventanas de los edificios salieron volando, las paredes laterales se arrancaron de las casas y los vehículos se quemaron por completo. Ocho empleados murieron en la planta y 120 resultaron heridos.
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